10/12/24

Oposición

 

Escucho a Adela desbocada en el establo,

tormentas a lo lejos que barren

cualquier cosa más alta que el césped,

mil años de simulacros de incendio

de quienes nunca vieron el fuego

y se preguntan por ese calor

que reblandece la patata

y a la vez endurece el huevo,

esa crecida inesperada del río

que acabó con una generación de peces remontadores

con los molinos, incapaces de cosechar tal fuerza,

y con la casa del hombre necio

que construyó sobre la arena

y ahora es grande nuestra ruina.

¿Caza el león por hambre o por deber con la manada?

¿Es pasión eso en su acecho? ¿En la carrera? ¿En la dentellada final?

Pregúntate siempre

por el pragmatismo de los delfines que saltan sobre el agua

por las pinturas rupestres

los poemas en las paredes de la cárcel

por el timbre distinto en el canto de los pájaros.

Busco ese trozo de Puck, Oberón y Titania

que sé que escondí en alguna parte

para que me dejara dormir

pero que ahora chilla, vibra, retumba,

arma este escándalo

tira las tejas, tumba los armarios,

raja las paredes, rompe los cristales,

me ciega, me quema, me deja sordo,

y todo por la sencilla razón

de haberme parado a mirarte.

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