2/9/10

Welcome to the jungle

Era un gato viejo en el suburbio. Ningún gorila le dejaba entrar en el club por su aspecto de rata pobre y estaban al loro de mantenerlo fuera. Él recordaba a los peces gordos que lo habían tratado como a un perro y lo habían rebajado a aquella condición. Las deudas habían devorado su vida como una manada de lobos y, en consecuencia, tenía que vivir en un barrio de la periferia, donde había alquilado a una foca malhumorada un pequeño apartamento que olía a tigre. Pero aunque en el barrio todos le veían como un chiflado, era un lince y no se le escapaba nada. Sabía qué camellos distribuían caballo por allí y qué yonquis les compraban para callar el mono. Observaba a brabucones de bar que eran en realidad gallinas con muy malas pulgas. Miraba desde la barra como las zorras se insinuaban a los palomos y los desplumaban cruelmente poco después. Y a pesar de que bebía como un pez, era en realidad un ratón de biblioteca. Después de pasar su vida leyendo grandes clásicos y extensas novelas, sin embargo, había vuelto a los cuentos de niños y a las fábulas de animales que hablaban. Se sumergía en aquellas historias de animales civilizados como "los tres cerditos" o "la liebre y la tortuga" para escapar de la jungla que había fuera.