26/12/24

Ciudad invernal

 

¿Hueles eso?

Es rescoldo de chimenea y camillas encerrando el fuego

es la tetera de la mañana, la de la tarde y la de antes de dormir

es el bol de los caldos, la huida de las manos a los bolsillos,

huele a la muerte de los mosquitos

a copos microscópicos que nunca nievan

a lana de ovejas de colores paseando la ciudad

a taxista echándose vaho en las manos.

¿Lo oyes?

Son nubes cargadas y sol de bajo consumo

es la llamada de las mantas y los cantos de sirena de los edredones

los teléfonos de los solitarios volviendo a llamar

el siseo de los veladores en el sur, donde los techos dan urticaria

Es el sonido de las básculas riéndose fuerte

las cañerías dilatándose por las mañanas

el expirar colectivo de final de ciclo

¿Lo sientes?

La caricia del invierno en los huesos

el borde derramado de ti mismo tras la décima croqueta

el memento mori auto consciente del calendario en su última página

los cambios de humor de la humedad al entrar y salir de los sitios

la carga superviviente de los abrazos

el esfuerzo bélico de la sangre en cada latido

tu piel más cerca

tras mil capas más de tejido.

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